lunes, 16 de abril de 2012

Por amor al arte

Hoy no estoy de humor, la verdad que no. Cuando empecé a escribir este blog no sabía muy bien ni de dónde venía ni hacia dónde iba y eso se corresponde bastante con mi vida en general. A la mañana intento ponerme seria y hablarles a un grupo de adolescentes sobre el barroco español y a la tarde me pueden ver saltando con unas nenas hermosas aspirantes a bailarinas al ritmo de alguna canción pop que está de moda y que en pocos años más nadie recordará. Por eso me parece bastante coherente (con la incoherencia) que un día me dé por reirme de mí misma (o de otros mismos) y otros, tenga ganas de hablar en serio.
El temita es este: me toca asistir a una época en que la gente tiene opiniones formadas, posturas tomadas y las expresa, las defiende, las argumenta. Eso no pasaba cuando yo tenía 18 años. Y si pasaba no había tanto lugar donde expresarlo. Alguna mesa de café con gente dispuesta a escuchar, como mucho. Ni facebook, ni twitter, ni blogs, ni foros. Me gustan mucho más las cosas como son ahora, ni pensarlo. Pero tengo un problemita con algunos "opinantes" u "opinólogos". Hoy leí en facebook: "lo respeto pero...se vendió al sistema".En facebook. Y subido desde un blackberry.
Al margen ¿Qué vendría siendo hoy el sistema? ¿Se referirá al capitalista? Qué raro, pensé que todos, mal que nos pese, ya nos habíamos vendido a él.
Nos sobrevuela todo el tiempo la idea de que aquel que gana dinero con lo que hace es un maldito capitalista que se dejó peinar la libertad con fijador. Perdón, "aquel" por lo general es una artista, como mucho un periodista. Entonces: si un escritor vende muchos libros (independientemente de que sea un poeta de la puta madre o un salame que no sabe ni armar un índice) "se vendió al sistema". Ergo, ya no puedo decir que me gustan sus libros sin tener que escuchar un discurso insoportable.
¿Alguien leyó a Arlt? Recordemos lo que dice en sus Aguafuertes: "el escritor es un señor que tiene el oficio de escribir, como otro de fabricar casas. Nada más. Lo que lo diferencia del fabricante de casas, es que los libros no son tan útiles como las casas..." ¿Más claro? Un escritor come, se viste y compra shampoo como cualquier otra persona del mundo. Pero no tiene derecho a hacerse rico con lo que hace. Me imagino que si un fabricante de casas en algún momento tiene la oportunidad de ganar más dinero del habitual lo condenaremos socialmente y dejaremos de pasar por su vereda. Ya escucho a los románticos: yo lo conocí cuando no era nadie, cuando ponía ladrillos porque lo sentía, no porque se lo exigía el mercado.
Pretendemos que los artistas sean unos pobres infelices muertos de hambre que tengan que desplegar su talento en una pieza alquilada y húmeda. A la luz de una vela, mejor. Eso sí, me pregunto cómo cuernos nos va a llegar semejante obra trascendental si el tipo no tiene mínimo un editor y un publicista. Quizás podría ponerse a leernos sus historias en una plaza, como los viejos trovadores. Quizás.
Particularmente me gusta cuando a la gente que es buena en algo le va bien. Me gusta que se masifiquen las cosas. Estoy de acuerdo con que los artistas se "vendan" si entendemos por "venderse" que pueden vivir (y en lo posible bien) de lo que hacen. Quiero poder decir que me gusta un actor, un escritor, un músico que gana dinero con su obra  sin que nadie piense que perdí mi mirada crítica por ello. Y si para eso tiene que existir un tipo que estudió managment, otro que estudió marketing, uno que sabe de packaging y tantos otros licenciados en profesiones que ni sé pronunciar, no me molesta. (Tampoco sé decir "regisseur" pero esa no nos jode, porque no es yanqui). Prefiero un escritor al que lo leen millones en el mundo, un músico que se puede hacer escuchar por todos, un actor que puede estar concentrado antes de una función porque no tiene que salir a volantear antes a la puerta del teatro. Es mi opinión. Yo también quiero darla.

jueves, 8 de marzo de 2012

Feliz día para todos (menos para mí)

Hoy es el día de la mujer. Hasta donde sé es una fecha que recuerda un hecho bastante triste e injusto. Pero ese no es le punto. El punto es que no tengo onda con este tipo de fechas, con ninguna, y eso hace que parezca una amargada y corta mambo con toda la gente que se toma el trabajito de armarse un flyer, copiar un par de frases en el facebook y que te saluda con unas ganas... Yo respondo con un sequísimo "gracias" y a otra cosa. Me pasó lo mismo en San Valentín. Me pudren los caramelos con forma de corazón, los peluches que se llenan de tierra y soy horrible para que un ramo de flores me dure más de 24 hs. Pero el festejo que me pone peor, lo que de verdad me exaspera y me hace pensar que a alguien se le ocurrió que había un mes en el año que estaba sobrando y que había que inventar algo para que el resto de la humanidad no se diera cuenta es el combo Navidad + Año nuevo al que por cincuenta centavos más le podés agregar Reyes con rosca y todo. ¿Podés creer que además la ansiedad de los locales de todo x $2, de los shoppings y de la gente, que obviamente no comparte mis manías, hace que ahora los primeros días de Noviembre haya guirnaldas colgadas x todos lados? Bolas enormes rojas y doradas amenzando con venírsenos encima en cualquier momento y desgraciados seres humanos disfrazados de Pápá Noel con 30 grados a la sombra y con una barba postiza que, seamos sinceros, es de lo más antihigiénica. Si por mí fuera el árbol de navidad no se armaría nunca. Me corrijo: no tendría árbol de navidad. Confieso que lo desarmé hace quince días apróximadamente. Ahora está en una caja en la que no entra completamente. Se ven unas tres o cuatro ramas tristes asomando por la superficie. Y, como corresponde, no guardé la caja. O sea, hay un árbol cautivo en un envase que le queda chico (se debe sentir como yo queriéndome meter en un jean talle 38) que pulula de la habitación al living según las necesidades del caso..."Llendo de la cama al living"... ¿Del 1 al 10 a cuánto diría que asciende su espíritu navideño? Cero.
Eso sí, hay una fecha que espero con ansias. Que me ocupo de recordar a todo el mundo: mi cumpleaños. No me molesta que pasen los años ni que me digan que me estoy poniendo más vieja. Me encanta que llegue el día en que todos se acuerdan de mí, me traen regalos, me mandan mensajes, etc., etc. ¿Egocentrismo? Puede ser...

viernes, 24 de febrero de 2012

Incomunicación social

¿Alguien me cree si les digo que estuve más de una hora para poder crear esta nueva entrada? Primero me olvidé el usuario desde el que ingresaba, por supuesto después me olvidé la contraseña y una vez que lo logré (juro que escucho la música de Carrozas de fuego de fondo) me decepcioné al ver que, a diferencia de lo que esperaba, no tengo miles de seguidores ni cientos de comentarios. El temita de la incomunicación me persigue hace varios años. Todavía recuerdo con nostalgia la época en que simplemente me entristecía llegar a mi casa, correr expectante al teléfono, marcar el *123 y escuchar esa voz femenina que (yo creo que con sarcasmo) nos sentenciaba: "Usted no ha recibido ningún mensaje nuevo". Sí, dije que lo recuerdo con nostalgia. Casi que extraño a esa locutora fría a la que le deseaba en secreto que NADIE (ni siquiera su madre haciéndole algún reclamo) le deje mensajes en su contestador. Porque, a pesar de todo y aunque por supuesto en ese momento no lo sabía, eran unos pocos segundos de frustración y a otra cosa. Es más, debo ser una de las pocas personas por la que un telemarketer sintió pena. Me llaman de Telefónica para ofrecerme un nuevo paquete en el que me aumentaban la capacidad de mi casilla. De la mísera cifra de tres mensajes guardados iba a pasar a tener una capacidad de QUINCE mensajes guardados por la módica suma de $3 pesos mensuales adicionales. ¿Qué le contesté? Que jamás de los jamases tenía mensaje nuevos, que nunca se excedería mi contestador y que lamentablemente, nadie se perdería de dejarme su recado porque simplemente no tenía lugar. El muy cínico me preguntó por qué nadie me llamaba y hasta se ofreció irónicamente a hacerlo cada tanto... qué gracioso, no?
Pasaron los años y tuve celular. ¿Quiénes me escriben? Los responsables de la empresa para ofrecerme más y más aumentos y todas esas ofertas del tipo Mandá Saraza al 2020 y descargate alguna pavada que seguro, seguro, no necesitás para nada.
Tuve mail. Mi novio tiene un promedio de 500 mensajes sin leer por día, yo alguna recomendación que me reenvía mi mamá de no cocinar en el microondas porque me voy a transformar en un mutante extraño, diversas opiniones acerca de si el uso de desodorantes causa o no tal o cual enfermedad y alguna cadena espiritualista que debo rennviar a diez contactos de mi lista si no quiero pasar el resto de mi vida perseguida por la mala suerte y la desgracia. T
uve facebook. ¿Alguien será conciente de lo fastidioso que resulta tener notificaciones que dicen que una persona que no ves desde la crisis del 2001 o que un amigo del amigo de alguien que conociste un día y que por curiosidad agregaste a tus amigos te puso cuarenta mil "me gusta" en las fotos de tu cumpleaños de hace tres años? Si no me conocés o no vas a poner un comentario interesante (o un comentario a secas), abstenete de presionar tu dedito sobre el botoncito izquierdo del mouse en la opción "me gusta"¿Estamos? Y como no aprendo, porque si el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, yo reafirmo mi condición humana con vehemencia, abrí un blog. Por lo tanto y en forma de llamado a la solidaridad les pido que me lean, me hagan comentarios, se hagan seguidores, etc, etc. y estarán colaborando a que deje de extrañar los días en que sólo teníamos un contestador en el que no tuviéramos "ningún mensaje nuevo".

sábado, 11 de febrero de 2012

Nueva en esto

Hace casi un año que quiero empezar a escribir un blog. No sé muy bien sobre qué ni para qué. Pero quiero y acá estoy. Tengo varias dudas acerca de esto. ¿Tengo que ser coherente en cada uno de mis relatos? ¿Es muy de goma ponerle un título que tenga que ver con mi nombre? ¿Me convenía abrirme una cuenta de twitter donde tengo menos capacidad de caracteres para poner pavadas? ¿Es importante que me lea mucha gente? Supongo que me iré dando cuenta con el tiempo, o no.
Hay cosas que sé sobre esto de tener un blog. O sobre lo que quiero a partir de tener un blog: quiero que la gente lo lea, pero no quiero que se note que me importa y quiero parecer graciosa, inteligente y divertida. Pero también sé que no soy una especialista en nada por lo tanto este blog no va a tratar ninguna temática trascendental; sé que soy bastante inconstante para la escritura y que soy incapaz de leer relatos larguísimos en blogs ajenos por lo tanto me retiro a tiempo.
Barb

Más dudas: ¿Está mal arrancar con un texto tan corto?¿Tengo que poner alguna especie de saludo cuando termino como "hasta la próxima" o "cambio y fuera" o algo así?¿Subo una fotito?